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Viaje a Corrales, Huelva - el pueblo minero al otro lado del rio Odiel

  • Writer: Jamie Clark
    Jamie Clark
  • Aug 2
  • 5 min read

Updated: Aug 25

En 2023, hice mi primer viaje a Corrales, Huelva, el pueblo donde nació y creció mi padre. Lo escribí sobre esta experiencia en este articulo de antes, en ingles. Y ahora, en julio 2025, volví, y en este artículo comparto lo que he descubierto sobre este rincon de Andalucía y el profundo legado que aún perdura en su gente, su historia y su alma.

1960


Había un niño que jugaba con sus amigos.


Y uno de los amigos, unos años mayor que el niño, quería ir a Huelva.


Aquel niño, movido por la curiosidad de experimentar algo diferente, y con ganas de escapar por un momento de la vida de un pequeño pueblo, decidió acompañarlo.


Tenían acceso a una canoa, y se entusiasmaron y partieron. No había puente, ni carretera. Nada. Solo en barco podían hacer el viaje a una ciudad 'grande'.


Tuvieron que esquivar otras embarcaciones: como barcos grandes y cargueros que generaban olas peligrosas. También lucharon contra las corrientes, que a veces podían ser traicioneras.


Pero con fuerza y motivación, al final llegaron al puerto de Huelva, donde pasaron la tarde.


Y lo mismo para el regreso. Con mucha fuerza.


Aquel niño era mi padre, Al Clark. O, como lo llaman allí, “Aleste”.


Con 12 años. Jugando con sus amigos.


Unos años antes


En 1866, se fundó la Tharsis Sulphur and Copper Company (TOS) por iniciativa de escoceses, con el propósito de extraer pirita en la provincia de Huelva, España.


Minería.


Avanzamos hasta principios del siglo XX: la TOS había establecido una nueva mina justo al otro lado del río Odiel desde Huelva. La pirita era el recurso en torno al cual se creó esta nueva aldea.


La llamaron este pueblo Corrales.


Aproximadamente 200 trabajadores y sus familias fueron trasladados a Corrales. Uno de esos trabajadores era mi abuelo, David Clark, un ingeniero de minas también proveniente de Escocia.


Corrales se encuentra a orillas de una gran marisma. Como ya se ha mencionado, solo era posible llegar allí en barco. No había otra forma de cruzar hacia Huelva que no fuera en bote.



Corrales permanecía aislado, y no todos los residentes contaban con los medios para viajar con frecuencia a Huelva, lo que, en consecuencia, obligaba a los habitantes a centrarse en la vida del propio pueblo.



Mi familia, 'los Clarks'


En la década de 1930, David y mi abuela, Marion (conocida como Minnie), se mudaron a Andalucía - aunque con una interrupción inmediata y abrupta por la Segunda Guerra Mundial, en la que mi abuelo sirvió - se establecieron de forma más permanente en Corrales después del conflicto.


Uno de los factores determinantes para elegir Corrales por encima de otros pueblos fue que a Minnie le gustaban los placeres de la vida urbana, como tiendas y cafeterías, nada demasiado extravagante. Solo un buen cafe manchado (poco cafe, mas leche) en la Calle Concepción de Huelva.


Y con un barco privado siempre a su disposición para cruzar el Odiel, esta opción resultaba atractiva tanto para ella como para David, naturalmente.



Los Clark eran solo una de tres familias extranjeras que vivían en Corrales. Estaban también John Gall, otro ingeniero de minas, y Bill Rutherford, que era el presidente de la compañía.


Por lo que he podido interpretar de mis conversaciones con los vecinos, existía una dinámica jerárquica sutil dentro del pueblo, algo comprensible si se considera que Corrales fue creado originalmente por una empresa privada. Casi todos los residentes eran también colegas de trabajo, lo que daba forma a una estructura social que hoy en día apenas persiste.


Cuando hablo de jerarquía, no me refiero a un clasismo marcado. Simplemente, cuanto más alto se estaba en la empresa, mayores eran los beneficios y el respeto social. Según los relatos que escuché, esa jerarquía existía, sí, pero no de forma extrema ni opresiva.


La presencia de la compañía, sumada al espíritu proactivo del pueblo, permitió la rápida construcción de tres hitos culturales.


El Cine

El cine donde se pueden realizar actividades culturales como proyecciones de películas y representaciones teatrales.
El cine donde se pueden realizar actividades culturales como proyecciones de películas y representaciones teatrales.

La Catedral
La catedral de Corrales, Huelva
La iglesia donde las personas religiosas podían practicar su fe.

El Casino Minero
El Casino Minero de Corrales, Huelva
El Casino Minero donde la gente podía reunirse para encuentros sociales.

Qué más se necesitaba en los años 1940 para construir un sentido de comunidad en el sur de España?


La temprana exposición a los placeres culturales posicionó a Corrales como una de las aldeas más destacadas y cultas al otro lado del río.


Esa confianza y seguridad sirvieron de base para que los vecinos comenzaran a diversificarse hacia otras áreas: la educación (con la construcción de una escuela) y la agricultura (con la organización de un mercado).


Mis abuelos estuvieron muy involucrados en la vida del pueblo. La casa en la que vivían era conocida por sus reuniones sociales. Minnie ayudaba a la gente a aprender inglés y valorar la educacíon, mientras que David jugaba un papel activo supervisando el desarrollo general de Corrales.


En los años 1960s, la TOS abandonó Corrales, y como resultado, permitió a los trabajadores de la compania para comprar las casas donde antes vivían como inquilinos. Hasta entonces, nadie era realmente propietario de su vivienda. Como muestra de agradecimiento por la contribución de los trabajadores, las casas se vendieron con descuentos, lo que permitió a los vecinos comenzar una nueva etapa con una base económica sólida.


Las casas fueron vendidas a antiguos empleados por 1.000 € (equivalentes a unos 50.000 € ajustados por inflación). Para quienes no eran empleados de la empresa, el precio ascendía a 4.000 €, una suma considerable para la época. Esta medida representó una ventaja significativa para los trabajadores, que así pudieron asegurar su futuro.


Y, en marzo de 1969 se completó la construcción del puente de Santa Eulalia, estableciendo por primera vez una conexión por carretera entre Huelva y Corrales.


Y eso lo cambió todo para Corrales.


Saltando a 2025


Avancemos hasta hoy, 2025: si visitas Corrales, verás una localidad muy desarrollada que ahora se considera simplemente un suburbio acomodado de Huelva, estratégicamente situado entre la ciudad y la playa. Se ha convertido en un lugar muy atractivo para vivir, tanto para familias como para jubilados.


En cuanto a infraestructuras, junto a nuevas viviendas amplias, se han añadido un enorme Aldi, un Maxhome y un Burger King. El tejido social y cultural ha cambiado - probablemente de forma irreversible.


De mis conversaciones con vecinos de Corrales, todos coinciden en que no están contentos con el desarrollo del pueblo, que ha priorizado el crecimiento rápido y la expansión comercial, en lugar de proteger las tradiciones culturales y celebrar a la gente que ha trabajado duro y la unidad que creó este pueblo. Y Corrales no es un caso único: numerosos pueblos del mundo han tenido que sacrificar sus normas culturales en cambio al desarrollo.


Sin embargo, bajo este nuevo impulso económico de Corrales, sigue existiendo una comunidad de vecinos que reflejan sobre “los buenos tiempos” y disfrutan pasando tiempo juntos. Puedes encontrarlos saludando en la calle, o jugando a las cartas y compartiendo charlas en el Casino Minero.


Aunque Corrales se ha cambiado, y ya no tiene estética del pueblo pequeño, y los locales han tenido que adaptarse a la nueva realidad, lo que nunca se podrá quitar es el espíritu, el sentido de pertenencia y la unión de la gente de este pueblo:


Corrales.




Fotos de antes



Fotos de ahora



 
 
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